En los años dos mil diecisiete y dos mil dieciocho tuve la oportunidad de exponer y capacitar en distintos foros de transcendencia nacional e internacional, esto me otorgó experiencias y aprendizajes que desarrollaron en mi persona nuevas habilidades, adicionalmente también quedaron atrás todos aquellos temores que a veces surgen al momento de exponer en escenarios repletos de personas, los cuales en algunas ocasiones pueden ser bastante intimidantes.
Simultáneamente en esos años el ecosistema blockchain continúo evolucionando a la rápida velocidad que le caracteriza, de esta manera surgieron nuevas innovaciones que se alejaban de la concepción tradicional que tenemos de criptomonedas. Así observamos el abrupto surgimiento de tokens de financiamiento colectivo centralizados y descentralizados, decenas de tokens de utilidad, la popularidad de monedas fiduciarias estables en sus distintas categorías, la tokenización de activos tradicionales, los tokens no fungibles o coleccionables, más investigaciones sobre la utilización de tecnologías blockchain para la emisión de monedas digitales de banco central y el surgimiento de muchas otras aplicaciones descentralizadas. Sin embargo, evidencié en distintos medios de comunicación cierta tendencia en asociar a toda innovación blockchain con la idea primaria que tenemos de criptomonedas, está asociación a mi criterio era errónea ya que las características y funcionalidades de los distintos tokens que circulan son distintas, por tal razón, sentí nuevamente la necesidad de exponer sobre el tema. De esta manera, en el año dos mil dieciocho inicie a redactar la investigación “Blockchain tokens en Guatemala”, la idea primaria era seguir la fórmula que me había funcionado en el pasado, es decir, postular nuevamente un documento al certamen de investigación que cada año realiza la banca central, lo cual me daba la sensación de confianza y simplicidad porque ya estaba familiarizado con el procedimiento y ya había obtenido resultados positivos en el pasado. La realidad es que en este segundo intento el resultado fue un fracaso total, porque el documento no fue aceptado, o bien es lo que asumo ya que nunca recibí una notificación al respecto. Sin embargo, considere que debía publicar esta investigación por mis propios medios con el único objetivo de simplificar ideas a nuevos interesados en estas tecnologías, como es bien sabido la información que circula en línea es basta y me pareció importante colaborar con un documento de fácil comprensión que agrupara la idea primaria de las nuevas innovaciones blockchain, estableciendo las principales diferencias así como desarrollar algunas incertidumbres legales desde una perspectiva guatemalteca, es así que publicó en el año dos mil diecinueve la siguiente investigación.
Blockchain tokens en Guatemala
Introducción
Las tecnologías Blockchain entendidas como bases de datos distribuidas alrededor del mundo han evolucionado rápidamente en los últimos años, estas han planteado varias propuestas para solucionar distintos problemas técnicos lo que ha captado la atención de algunos programadores y desarrolladores talentosos que consideran estas plataformas útiles para la construcción de nuevas herramientas, más eficientes, seguras y transparentes. Sus usos son diversos; desde el ocio, hasta la construcción de nuevas formas de organización social y económica, o bien, su aplicación en actividades empresariales y gubernamentales tradicionales. En contra parte, muchos críticos aún perciben varias limitantes para su masificación a corto plazo, de una u otra manera, se estima que la utilización de estas tecnologías combinadas con otras, igual de relevantes, colaboraran en la construcción de una realidad futura distinta a la que actualmente percibimos.
La primera aplicación blockchain fue Bitcoin, quien ha ganado gran popularidad tanto por aspectos positivos como negativos, si bien ya lleva varios años de presencia en el ecosistema digital, aún se perciben extensos debates sobre su existencia, funcionamiento y utilidad tanto en áreas de conocimiento exacto como social. Las incertidumbres legales de bitcoin y similares han sido uno de los temas más recurrentes en la mayoría de los ordenamientos jurídicos, sin embargo, varios países ya cuentan con distintas leyes, reglamentos, guías o resoluciones en distintas materias jurídicas que aclaran, en alguna medida, la forma de relacionarse con estas formas de efectivo digital y sus diversos usos.
No obstante, en el ecosistema blockchain circulan otras representaciones de valor digital con funciones y objetivos distintos al de las criptomonedas primarias como bitcoin, los cuales también cuentan con sus propias incertidumbres, promotores y detractores. Estas otras herramientas de valor digital han sido construidas para varios propósitos, por ejemplo, la recaudación colectiva de fondos, la representación de contratos de inversión tradicionales, la vinculación a divisas y commodities comunes, propiedad digital con características únicas, o bien, la experimentación para la creación de monedas de curso legal emitidas por la banca central.
En este sentido, existe cierta tendencia a identificar a todo valor blockchain como una criptomoneda, sin embargo, se percibe en la comunidad global de usuarios el surgimiento de términos específicos para cada variante de valor, por lo tanto, esta investigación aspira en resolver dos interrogantes ¿Qué otros valores pueden emitirse sobre una blockchain? ¿Cuál es su interpretación legal?
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